lunes, 25 de marzo de 2013

Smartphone y Tablet, una apuesta por la educación responsable

Smartphone y Tablet, una apuesta por la educación responsable

Cualquier profesional que se precie de serlo, ha de saber sacar el mayor rendimiento posible de sus dispositivos móviles para atender el día a día en todas sus facetas de trabajo.

Solemos ver en cualquier lugar de negocios, cómo los responsables de empresas, tanto comerciales como directivos, trabajan con su Smartphone o su Tablet, de una forma natural, como si con ellos hubieran nacido. Pero no sólo ocurre en los empleos de alto nivel, sino que en cualquier otro negocio, donde los empleados dependen de la información que reciben, es un hecho indiscutible la necesidad del uso eficiente de los dispositivos móviles con conectividad permanente.

Estos profesionales, independientemente del ámbito que sea y del nivel en que desempeñen sus actividades, no podrían realizar sus compromisos inmediatos si no dispusieran de sus elementos móviles con total conectividad y transferencia de datos.

Lo vemos y aceptamos con naturalidad, como si no hubiera otra posible alternativa. Es entonces cuando surgen unas inquietantes preguntas: ¿Cómo lo han aprendido? ¿En la Universidad? ¿En la escuela?... Nada de eso... lo han "auto-aprendido".

En nuestra época actual, año 2013, no podemos ignorar el gran impacto que los dispositivos móviles tienen entre nuestros escolares. Nadie les ha formado en su uso, ni en sus posibilidades y ni siquiera imaginan lo que puede suponer en su vida de plena formación y aún menos en la integración laboral y profesional.

Es más: por desgracia muchos de sus profesores ni siquiera conocen las inmensas posibilidades que estos elementos de comunicación y de transferencia de datos supondrá para la vida laboral futura de sus alumnos, cuando tengan que hacer un uso racional de lo que ahora solo parece ser un pasatiempo.

Ciertamente se intuye una persistente barrera entre las nuevas tecnologías de la comunicación y la educación. Por un lado se potencian y por otro se censuran... ¿en qué quedamos?

Los alumnos asisten a nuestras clases cargados de tecnología. Llevan en sus mochilas y sus bolsillos un arsenal tecnológico de una potencialidad difícil de evaluar por su propio desconocimiento. Sin embargo, solo encuentran prohibiciones: prohibido conectarse a Internet en clase, prohibido tener el móvil encima de la mesa, prohibido tener el móvil conectado... prohibido... prohibido....

¿Por qué no darle la vuelta? ¿Por qué no integrar en nuestra vida educacional, lo que forma parte de nuestra vida habitual? ¿Por qué no educar en el uso de los móviles y tabletas en la escuela, para la escuela y para un mejor aprendizaje?

Imaginemos un profesor que al llegar a clase les dice a sus alumnos: coged vuestros dispositivos, ponedlos en marcha que vamos a trabajar... Entonces tendríamos un profesor que educa en la doble faceta de ser un transmisor de conocimientos mediante las nuevas tecnologías y al mismo tiempo educaría en un uso racional y eficiente de lo que hasta entonces sólo era "para distraerse".

En la educación, hay innumerables actividades en las que se puede utilizar cualquier dispositivo móvil de los que habitualmente llevan nuestros alumnos, para sacarle partido a las ventajas que supone.

Por ejemplo, durante el curso escolar actual, se está llevando a cabo una experiencia en un curso de grado medio de formación profesional con alumnos de entre 16 y 18 años y que todos tienen algún dispositivo móvil sea del tipo que sea.

¿Cómo lo utilizan? En la clase surgen preguntas frecuentes sobre el tema que se está explicando. ¿Por qué no buscar la respuesta mediante el móvil o tableta?

El profesor propone tareas en las que hay que plantear posibles soluciones técnicas. ¿Por qué no usar el móvil o tableta para buscarlas?

También se utilizan plataformas de enseñanza y aprendizaje para interactuar entre profesores y alumnos, en las cuales los foros son elementos esenciales. ¿Por qué no usar los móviles y tabletas para, desde la misma aula, participar y aportar contenidos?

Hay que anotar las fechas más relevantes en las que entregar trabajos y hacer exámenes. ¿Por qué no anotarlas en la agenda del móvil o tableta?

Y así podríamos seguir en otras muchas actividades que se llevan a término en el aula y en el mismo momento en que el profesor plantea cuestiones relacionadas con la formación.

Todo lo expuesto anteriormente, se puede resumir en tres conclusiones:

a) cuando un alumno utiliza sus dispositivos móviles activamente en clase, en una constante interactividad con el profesor, el interés queda centrado exclusivamente en las actividades del momento. No es necesario que el profesor tenga que advertir continuamente que dejen de manipular el móvil o tableta, antes al contrario, es necesario que lo hagan para seguir las explicaciones.

b) la oportunidad de que los alumnos tengan y usen abiertamente en clase sus dispositivos, sin complejos ni miedos, hace que el profesor pueda aprovechar esta excelente ocasión para inculcar un uso responsable y adecuado de los mismos, así como compartir las excelencias técnicas de cada uno de ellos.

c) lejos de distraer, con el tiempo y el uso, el alumno reconoce que su dispositivo es mucho más que un regalo de sus padres para escuchar música, llamar a los amigos, jugar o enviar mensajes. Resulta que aquello tan proscrito en los ambientes escolares se transforma en una herramienta indispensable para el aprendizaje y crecimiento.

Dispositivos móviles en las aulas

Dispositivos móviles en las aulas

¡Somos un centro Abalar! Este término gallego, que significa promover el cambio, el movimiento y la transformación, aplicado a la educación es el nombre que designa el proyecto de la escuela 2.0. en Galicia -Proxecto Abalar- que pretende la integración plena de las TIC en la práctica educativa. Básicamente se nos dota a los centros con un ultraportátil para cada alumna/o de 1º de ESO, un portátil para el profesorado, una pizarra digital interactiva, un proyector, una red wifi y un armario por clase para guardar los equipos. Todo esto, que parece tan bonito, no está dando los resultados esperados. A la administración se le ha olvidado algo fundamental: la formación y motivación del profesorado. Quedando como siempre, a la buena o mala disposición y voluntad de las personas que formamos el colectivo docente. Es decir, para convertir los notebooks, tabletas o smartphones en herramientas educativas satisfactorias, útiles, que enseñen, el primer paso es, y será siempre, la capacitación del profesorado encargado de utilizarlas en las aulas para conseguir que el alumnado aprenda con ellas.

Por las distintas experiencias de trabajo que ya conocemos con diferentes dispositivos (en nuestro centro sólo lo hacemos con ultraportátiles) queda claro que representan opciones que se complementan y que no son excluyentes entre sí. Las tabletas son más manejables, ergonómicas y prácticas, mejores para leer información y navegar por la red, las fotos se ven mucho mejor y la duración de la batería es muy superior. Los notebooksofrecen mayor y mejor control cuando se usa el ratón y el teclado y son mejores para crear documentos o presentaciones. Lo más lógico es siempre diseñar proyectos de uso de las TIC en los centros donde se combinen distintos aparatos y dispositivos en función de las tareas que con ellos queremos realizar y de los objetivos a conseguir.

Desde luego, la tendencia actual de nuestra sociedad occidental, muestra un crecimiento y una generalización brutal en el uso de dispositivos móviles, sobre todo smartphones con conexión a internet y ésto, es una realidad que debemos aceptar, asumir y aprovechar para el aprendizaje. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 87´3% de la población de 15 años tiene móvil y la edad media a la que las/os menores acceden a smartphones es de 13 años. Sabemos que es muy normal, es nuestro centro ocurre, que los teléfonos móviles estén prohibidos en escuelas e institutos, quedando muy clara su prohibición de uso en los documentos del centro como elReglamento de Régimen Interno. Una vez más, la escuela se distancia de la realidad. Antes de entrar en el centro, el alumnado vive inmerso en un mundo tecnológico que lo inunda todo pero cuando entran en las aulas, en los centros, se cierra la puerta de la realidad social y tecnológica en la que se mueven fuera con absoluta naturalidad y normalidad. Algunos pensamos que lo que puede y debe ser motivo de sanción y/o prohibición son determinadas acciones o usos que se hagan de la tecnología pero nunca la propia tecnología que, desde luego, no es mala de por sí. De nuevo nos encontramos con la formación. Se debería formar a la comunidad educativa -alumnado, profesorado y familias- en el correcto uso de la tecnología móvil e internet y sus aspectos ético-legales. También debemos tener un Plan TIC de centro en donde demos importancia a las potencialidades de los dispositivos móviles para la realización de múltiples tareas de enseñanza y aprendizaje, ya que no estamos hablando de problemas tecnológicos sino de problemas de conducta relacionados con el mal uso de esta tecnología.

Claro que los dispositivos móviles enseñan, la mayor parte de nuestro alumnado usa el correo electrónico, alguna de las redes sociales y diferentes navegadores, lectores de ebooks, de archivos PDF e incluso de códigos QR. La mayoría utiliza editores de imágenes en sus teléfonos y ordenadores y, por supuesto, herramientas simples de dibujo y pintura. Y, qué decir de las aplicaciones de audio, música y vídeo. No creo que quede ninguna/o que no haya utilizado las diferentes enciclopedias y diccionarios o alguno de los traductores online. ¿Acaso no es esto aprender?

En una encuesta realizada en el curso 2010/11 a los 400 alumnas/os de nuestro centro rural, un 96% afirmó tener ordenador en casa y un 90% conectarse a internet habitualmente, sobre todo para hacer uso de las redes sociales. Un 70% dice no tener unas normas claras para el uso de internet en casa y un 80% suben material, sobre todo fotos y vídeos, a estas redes sociales. El 90% del alumnado afirmó que no está con adultos cuando accede a la red y un 75% afirma conocer alumnado "enganchado" al uso del teléfono móvil o de internet.

Así pues, como proponen cada vez más autores, podemos realizar múltiples tareas de aprendizaje con nuestro alumnado con las tabletas, smartphones u otros dispositivos móviles, entre otras: lectura y comentario de libros eléctrónicos o ebooks, realización de fichas prácticas en formato PDF, realización de esquemas o mapas conceptuales, gráficos estadísticos, grabaciones de audio como locuciones, lecturas, dramatizaciones, entrevistas, presentaciones de contenidos para el grupo clase, elaboración de diagramas con las ideas importantes de un texto, creación de vídeos con la grabación de las noticias de actualidad usando las cámaras de los dispositivos móviles, edición y retoque fotográfico de las imágenes obtenidas, cálculos matemáticos, buscar y leer noticias de periódicos online, explorar comarcas, zonas geográficas o países trazando recorridos, buscar imágenes o fotos de diversas características y crear álbumes online. Grabar cuñas de radio y/o podcast educativos, elaborar Blogs de clase, Wikis colectivas por grupos y páginas web, etc. Es decir, parece que el sentido común nos induce a pensar que lo más lógico para llevar a cabo estas tareas, sería empezar a utilizar los dispositivos móviles para tareas sin conexión a internet (offline), como por ejemplo la lectura de ebooks y, paulatinamente, ir pasando a tareas online con mayor complejidad como pequeñas investigaciones colectivas, creación de Wikis o grabaciones y ediciones de vídeo.

Aún así, no puedo dejar de decir que soy de los que piensan que los ultraportátiles o notebooks se están quedando obsoletos, están perdiendo la batalla y pienso que el futuro está en las tabletas y smartphones. No voy a entrar en las múltiples razones que me llevan a este pensamiento pero sí quiero señalar una que para mí es fundamental: las administraciones, que no suelen estar en la vanguardia, todavía siguen repartiendo, en el marco de sus distintos programas, ultraportátiles por muchos de sus centros. Esto es, cuando muchas de nuestras escuelas e institutos estén llenos de notebooks, estos dispositivos ya no existirán en el mundo real por obsoletos, como antes ha ocurrido ya en tantas ocasiones. Otra vez más la escuela distanciada de la realidad social circundante.

Los dispositivos móviles posibilitan también grandes oportunidades de aprendizaje porque su uso en las aulas favorece mucho el desarrollo de las ocho competencias básicas que se nos exige trabajar con nuestro alumnado y que debemos hacer constar en nuestras programaciones y planes. La educación ya no se enfoca únicamente a la adquisición de conocimientos sino también al desarrollo de destrezas y habilidades para la vida. Parece evidente también, que estos u otros dispositivos que utilizamos no van a determinar la calidad educativa de nuestros centros, pero sí que el uso de las TIC en la tarea docente es una estrategia demasiado poderosa, dinámica y atrayente para el alumnado como para no tenerla en cuenta. Eso sí, la tenemos en nuestras manos pero si no la utilizamos adecuadamente y con los conocimientos adecuados, será lo mismo, en definitiva, que utilizar mal una pizarra tradicional. Tenemos que estar al día con la nuevas formas en la que aprende nuestro alumnado para poder ser más efectivos en nuestro trabajo y obtener mejores resultados.

Para finalizar, y respondiendo a vuestra pregunta de si las tabletas o smartphones enseñan o distraen, matizar que algunas personas pensamos que lo bueno es aprender distraído, que al alumnado le cueste poco esfuerzo aprender y que aprenda con el menor aburrimiento posible.

domingo, 24 de marzo de 2013

Los alumnos no son competentes en matemáticas e inglés

Los alumnos no son competentes en matemáticas e inglés: Mejoran los resultados, pero aún hay un 20% de suspensos, según los resultados de la evaluación a 60.200 estudiantes


Las matemáticas y el inglés continúan siendo las asignaturas pendientes al final de la etapa obligatoria. Pese a ello, los alumnos de cuarto de ESO mejoran en todas las materias básicas (matemáticas, inglés y las dos lenguas cooficiales) respecto al año anterior, pero no lo suficiente en las dos asignaturas citadas. Todavía uno de cada cinco estudiantes suspende estas asignaturas; el año pasado no aprobaron el 24%.
La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, ha asegurado este jueves que la dificultad de los exámenes de evaluación, que realizaron 60.200 alumnos hace un mes, se había mantenido. En una encuesta que les hizo el Departamento, el 93% de los alumnos calificaron la prueba de “fácil o muy fácil”.
Rigau ha sacado pecho por la "mejora generalizada" en los resultados de las pruebas diagnósticas. Las notas medias más altas (un 76 sobre 100 de media) se logran en castellano y catalán, mientras que en inglés se obtiene un 70 y en matemáticas, un 68. Los resultados han subido entre 2 y 4 puntos respecto al año pasado, pero donde más mejoran los alumnos es en las temidas mates. Rigau lo justificó en el aumento de una hora semanal de esta materia implantado en el curso actual.
La consejera también destacó que esta evaluación externa —que realiza la Generalitat por segundo año— refleja una mejora en la “equidad”, porque se reduce la diferencia entre la escuela pública y la concertada, así como entre niños y niñas. No obstante, todavía continúa siendo relevante la diferencia según el perfil socioeconómico del centro, ya que los ubicados en entornos desfavorecidos obtienen, con mucho, los peores resultados.
A pesar de los duros recortes que ha recibido el sistema educativo (627 millones menos en dos años, el 12%) Rigau se ha felicitado por los buenos resultados, que atribuyó al “esfuerzo de los profesores” y al hecho que con el gris futuro laboral que ven los adolescentes “se valora más la educación y se esfuerzan más en su formación”.

4.500 millones pendientes

Irene Rigau ha sacado a relucir las facturas por pagar que dejó el tripartito por la construcción en escuelas. Son 4.537 millones de euros, que se deben irán pagando hasta 2038. Las inversiones corresponden a un total de 320 centros escolares construidos durante los siete años que no gobernó CiU. La elevada cifra, que también recoge un reciente informe de la Sindicatura de Cuentas, se explica por los costes de los intereses crediticios. “Si se hubieran hecho poco a poco, habrían costado 1.291 millones de euros”, espetó Rigau.
La pesada carga de las deudas financieras que arrastra la Generalitat (que también se reproduce en otros ámbitos, especialmente las infraestructuras) ha llevado a la consejera a reconocer que el gobierno está atado de manos y ver inviable la construcción de nuevas escuelas en aproximadamente una década.

Diez pautas para educar

Diez pautas para educar: Los hijos no vienen con manual y los padres consideran que educar es una tarea difícil. Su comportamiento exige perseverancia y unas técnicas básicas de disciplina


Carloooos! Que te he dicho que te duches, te sientes a la mesa y recojas tu cuarto… ¡YA! No entiendo por qué no me haces caso a la primera, siempre tengo que gritarte y ni por esas, me tienes hartísima. Cuando venga tu padre, se lo digo. Me desesperas. Si es que no puedo contigo, un día de estos te voy a dar un bofetón”.
Después de esta escena, algunas madres dan un portazo, incluso lloran de desesperación. No entienden que su hijo no haga lo que se le pide a la primera. La explicación que dan es que el niño es desobediente, malo, y que no hay nada que hacer por conseguir paz en casa. Terminan por juzgarse como malas madres e ineficaces en la educación de sus hijos. En la escena podemos encadenar varios errores para que Carlos no obedezca: dar voces, órdenes contradictorias, comunicarle que ha perdido la batalla (“puedes conmigo, me desesperas”) y amenazarle con hablar con su padre demostrando que su autoridad es nula.
“El propósito de la educación es lograr que los niños quieran hacer
lo que deben hacer” (Howard Gardner)
La mayoría de padres ve la tarea de educar como algo difícil. Pero si anticipa todo lo que puede fallar, que su hijo no estudiará, se relacionará con amigos que resten, no comerá… esto le desesperará y caerá en la profecía autocumplida. Lo más importante en la educación es establecer unas reglas que no se salte ni usted. Trabaje para que se cumplan desde edad temprana. A partir de los seis meses los niños entienden muchas cosas; no se expresan, pero empiezan a diferenciar entre “esto sí se puede y esto no”. No trate de educar a un chaval de 15 años al que lleva consintiendo todo este tiempo, será tarde. Cuanto antes sepan sus hijos que hay normas, que los premios van asociados al cumplimiento de responsabilidades, que todos tienen que colaborar, antes conseguirá tener hijos educados, responsables y con autonomía.
La mejor prevención en educación es la intervención temprana. Muchos padres se quejan de que los niños no vienen con un manual bajo el brazo, pero si siguen estas reglas básicas, seguramente le allanarán el camino que supone educar.
Primero. Volumen y tono conversacionales. Conseguir que le hagan caso no es cuestión de hablar alto. El poder está más en lo que se dice, en las consecuencias que conllevará no hacerlo a la primera, en la coherencia y en ser muy disciplinado con las rutinas. Si quiere que sus hijos le respeten, empiece por respetarles a ellos. Nadie quiere obedecer a alguien que no se muestra seguro y relajado.

ILUSTRACIÓN DE ALBERTO VÁZQUEZ
Lecciones con arte
La película
– ‘El club de los poetas muertos’, del director Peter Weir.
La frase
– “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre.
El hombre no es más que lo que la educación hace de él”, de Inmanuel Kant.
Canción
– ‘Lecciones de urbanidad’, de Serrat.
Segundo. No dé órdenes contradictorias. Si le dice a su hijo que se duche, que recoja su cuarto y que se siente a la mesa, sin indicarle el orden, igual lo bloquea. Dígale lo primero que tiene que hacer, y cuando haya finalizado, lo segundo. Si su hijo tiene edad para memorizar varias órdenes, enuméreselas, dígale cuál es su prioridad. No espere que él la sepa, porque tiene las sus propias.
Tercero. Imaginación. Haga un concurso por semana para que jueguen “a hacer lo que deben”; puede ser sobre cualquier comportamiento a corregir. Los domingos lo puede anunciar: “A partir de mañana, se celebra el fantástico concurso de ‘Quién tiene la dentadura de caballo más limpia’. Las bases son estas: limpiarse los dientes tres veces al día y pasar revista. Las puntuaciones de papá y mías se sumarán, y el viernes anunciaremos ganador”. Si quiere que los niños se lo tomen en serio, haga lo mismo. Y tenga paciencia, hasta que se convierta en rutina necesita tiempo. El juego genera un ambiente relajado en el que apetece más aprender y obedecer.
Cuarto. No quiera modificar en su hijo todo lo que le molesta de una vez. Si se pasa el día diciéndole lo que hace mal, terminará por cargarse su autoestima. Elija una conducta a modificar y céntrese en ella siguiendo las pautas de este artículo. Cuando lo consiga, siga con otra.
Quinto. Cuando corrija o muestre su enfado con ellos, no los ningunee, ni ridiculice, ni haga juicios de valor. Si lo hace, terminarán por comportarse conforme a las expectativas que se han puesto en ellos y les afectará a la autoestima. Es mejor decir: “No me gusta ver tu cuarto desordenado; por favor, guarda los juguetes en las cajas”, a decirles: “Eres un guarro, qué asco de dormitorio”. No consiga que se cumpla la profecía autocumplida. Si les transmite que no confía en ellos y que no espera nada, puede que se cumpla.
Sexto. Sea constante. Aquello muy importante, basta con que lo argumente una vez, no busque más razonamientos porque su hijo no los necesita. Simplemente busca ganar tiempo para no hacer lo que debe. Dígale: “Esto no es negociable; cuanto antes empieces, antes podrás disfrutar de lo que más te gusta”. Negocie lo que sea negociable y no siente precedente con lo que no lo es.
“Educad a los niños, y no tendréis que castigar a los hombres” (Pitágoras)
Séptimo. Paciencia y calma. Las personas que transmiten con paciencia son más creíbles y generan un ambiente cálido y relajado. Cuando introduce cambios en la manera de educar, al principio los niños reaccionan con incertidumbre: “¿Qué significa que mi madre/padre ahora están calmados y no me gritan?”. Deles tiempo, necesitan acostumbrarse a esta nueva forma de comunicarse.
Octavo. No se contradiga con su pareja. Los niños tienen que saber que la filosofía y la escala de valores parten de los dos. Si no, estarán chantajeando a uno y a otro, fomentando el engaño para conseguir lo que quieren. Terminará por tener muchas discusiones con su pareja por eso. No se descalifiquen, ni ridiculicen, ni contradigan delante de ellos. Todo aquello en lo que no estén de acuerdo, háblenlo en la intimidad y negocien.
Noveno. Nunca levante los castigos. Es preferible aplazarlo, pero que sea efectivo y lo cumpla, que imponer uno muy duro fruto de la ira y que luego deshará convirtiéndose en alguien a quien se puede chantajear. Dígale: “Esto merece un castigo, ya te diré qué va a pasar”.
Décimo. Mejor que el castigo, el refuerzo. Significa prestar atención a lo que hace bien, cualquier cambio, y decírselo. Si continuamente centra la atención en lo que hace mal y le corrige y se enfada, su hijo aprenderá que esta es la manera de llamar su atención. Todo lo que se refuerza, se repite. Al niño le gusta que sus padres estén orgullosos de él, pero tiene que decirle de qué se siente usted orgulloso, porque él no lo va a adivinar.
Recuerde lo más fundamental: hasta la adolescencia, no hay figuras más importantes que los padres. Si trata de educar en una dirección, pero se comporta en otra, será inútil. Los hijos copian, son esponjas. Educar con acciones tiene mucho más impacto que con palabras.

martes, 19 de marzo de 2013

Google cerrará Google Reader el próximo 1 de julio

Google cerrará Google Reader el próximo 1 de julio:


Madrid. (Portaltic/EP).- Google ha anunciado que cerrará su lector de RSS Google Reader el próximo 1 de julio. La compañía estadounidense lleva a cabo su segunda spring cleaning ("limpieza de primavera") en la que también ha anunciado el cierre de otros siete servicios como Google Cloud Connect o la aplicación Google Voice para Blackberry.
La compañía del buscador más grande de Internet lanzó Google Reader en el año 2005, un servicio de Google que permite a los usuarios tener acceso a sus sitios web favoritos de forma actualizada mediante RSS.

Sin embargo, el equipo de Google ha visto como en los últimos años el uso de este servicio ha disminuido por lo que ha decidido cerrarlo. Según asegura la compañía en su blog oficial, Reader dejará de existir a partir del próximo 1 de julio. Google explica que los usuarios tendrán un periodo de cuatro meses para poder exportar sus datos.

"Lanzamos Google Reader en 2005 en un esfuerzo para hacer más fácil para las personas descubrir y vigilar sus sitios web favoritos. Mientras que el producto tiene un público fiel, a lo largo de los años su uso ha disminuido. Así, el 1 de julio de 2013, se retirará Google Reader. Los usuarios y desarrolladores interesados en alternativas RSS pueden exportar sus datos, incluyendo sus suscripciones, con Google Takeout en el transcurso de los próximos cuatro meses", asegura la compañía.

Sin embargo, Google Reader no será el único servicio que echará el cierre en los próximos meses. Llevando a cabo su segunda limpieza de primavera, un procedimiento por el cual la compañía estadounidense procede al cierre de los servicios menos utilizados por los usuarios y los sustituye por nuevos servicios y aplicaciones, Google también ha decidido acabar con otros siete servicios. "Hoy estamos anunciando el cierre de algunos (servicios) más, para llegar a un total de 70 funciones o servicios cerrados desde que comenzara nuestra limpieza de primavera en 2011".

Google también ha decidido cerrar GUI Builder y cinco UiApp widgets, con el fin de centrar los esfuerzos en el servicio HTML a partir del próximo 16 de septiembre, junto con la API CalDAV. También cerrará a partir del 1 de junio Google Building Maker, la herramienta que ayuda a los desarrolladores a hacer modelos tridimensionales de edificios para Google Earth y Maps.

La compañía también pone fin al plug-in Google Cloud Connect, que ayuda a los usuarios a trabajar en la nube, el cual será sustituido por Google Drive a partir del próximo 30 de abril. También dirá adiós la aplicación Google Voice para Blackberry que será sustituida por su aplicación en HTML5.

Junto con estos servicios, Google también ha anunciado el fin de su API de búsqueda de Google Shopping, que tienen habilitados los desarrolladores para crear aplicaciones comerciales basadas en los datos de búsqueda de Google Products, y tampoco va a proporcionar actualizaciones para Snapseed Desktop para Mac y Windows.

"Estos cambios nunca son fáciles. Pero concentrando nuestros esfuerzos, podemos concentrarnos en la creación de grandes productos que realmente ayudan en sus vidas", afirma la compañía.

Facebook podría incorporar los hashtags de Twitter

Facebook podría incorporar los hashtags de Twitter:


Facebook estaría trabajando para incorporar los #hashtag con la finalidad de conectar los contenidos relacionados con un mismo tema y optimizar los resultados de búsqueda en la plataforma, según una información publicada por The Wall Street Journal y analizada en otros medios digitales especializados, como AllThingsD, blog que se publica en el entorno del  propio WSJ.

El símbolo de la almohadilla (#) se utiliza en la red social de microblogging Twitter para seguir temas de actualidad o etiquetar comentarios relativos a una cuestión particular. Entre otras utilidades, permite acceder a contenidos de la plataforma sobre un tema ('topic') sin necesidad de utilizar el buscador. Facebook no ha confirmado ni desmentido esta información y Twitter tampoco ha comentado nada al respecto.

En los últimos meses, las dos redes sociales más populares han ido adoptando algunos de los servicios y funcionalidades de su rival: Facebook ha implementado varias modificaciones en el diseño de su servicio con el objetivo de convertirse en una plataforma más visual y simpleTwitter incorporó la posibilidad de insertar elementos multimedia, como vídeos y, a corto plazo, según varios rumores y filtraciones, un servicio de música.

A dar clase con 38 de fiebre

A dar clase con 38 de fiebre: Las bajas laborales de maestros y profesores se desploman por el descuento salarial de los primeros días
Las caídas oscilan del 16% en La Rioja al 48% en Valencia


Tres bancos de gimnasio hacen de somier. Sobre ellos, una colchoneta. En la mesa junto a un invisible cabecero, se amontonan varias cajas de medicamentos y un botiquín. Una mampara, de la que cuelga una bata verde, aísla esta peculiar habitación de la sala de profesores. Bajo el nombre de Centro de recuperación del docente y de mantenimiento de la nómina, profesores del instituto Camas, en esta localidad sevillana, han puesto en marcha un “hospital de campaña” para que aquellos compañeros que contraigan alguna enfermedad y no quieran aceptar la baja médica para no ver mermado su sueldo sean cuidados allí por el resto.
Con esta iniciativa, los trabajadores protestan contra la medida del Gobierno de descontar de sus salarios las retribuciones de los días que estén de baja por una enfermedad común o por un accidente no laboral: el 50% durante los tres primeros y el 25%, a partir del cuarto y hasta el vigésimo. Aunque no se deducen los cuatro primeros días del año natural, un punto que muchos desconocen. La reducción se extiende a todo el personal de la Administración del Estado, pero por la contribución social de los docentes, la movilización es mayor. “El Gobierno ha traspasado con esta normativa una frontera que creíamos infranqueable”, dice Vicente Martín, impulsor de la protesta de Camas.
Este tajazo —o el temor de que exista— puede estar entre las causas de la disminución de las bajas médicas del profesorado con respecto al curso anterior. Según cifras proporcionadas por las autonomías, si se comparan los datos de noviembre y diciembre de 2011 con los del 2012, han descendido mucho. Desde el 16% de La Rioja al 48% de la Comunidad Valenciana, pasando por el 20% de Baleares, el 22% de Castilla y León y Galicia o el 30% en Cataluña. Y todo ello en años donde la incidencia de la gripe, por ejemplo, ha sido muy similar.
“Si tenemos en cuenta los recortes y la supresión de la paga extra, hemos perdido un 30% de nuestros salarios. Nos encontramos ya en una situación límite. Si para nosotros es complicado, para los funcionarios que son mileuristas la situación es extrema”, asegura Pedro Rodríguez, profesor de Lengua en Camas.
Solo los nódulos de las cuerdas vocales están considerados enfermedad docente

El cuadro de enfermedades profesionales del Ministerio de Sanidad solo considera padecimiento propio de los docentes los nódulos en las cuerdas vocales. Hasta ahora, la inclusión o no en esta lista no preocupaba a los sindicatos, pero cuando la catalogación como enfermedad laboral supone que al profesor se le descuente o no dinero con la baja, la cosa cambia. Por ello, FETE-UGT Castilla y León ha pedido en un escrito al Gobierno autónomo que se alargue la lista de enfermedades profesionales. “Te cubre los nódulos, pero no el resto de dolencias de laringología: faringitis, afonía… Ni lumbalgias u otros dolores de sobresfuerzo; ni resfriados por corrientes que cada vez son más por la falta de calefacción en las aulas”, se lamenta José Antonio Ferrero, secretario de salud laboral del sindicato. “Ya en 2010 la Organización Internacional del Trabajo recordó que debían alargar el cuadro”, añade.
La Seguridad Social dispone de un fichero informático con las patologías que tienen su origen probado en el puesto de trabajo —por ejemplo el dolor de espalda o la lumbalgia—, pero que no tienen cabida en el actual cuadro de enfermedades profesionales, las llamadas Panotrats. El médico de familia comparte así directamente la información de la baja provocada por el trabajo con las mutuas y la Seguridad Social.
Los médicos de Muface —la mutua que cubre a una gran mayoría de funcionarios, entre ellos a casi todos los profesores, que pueden elegir entre esta atención y la de la sanidad pública—, sin embargo, no tienen ese listado. Cada docente debe rellenar un largo expediente en el que cuenta su caso. Una práctica que muchos pasaban por alto antes y que ahora completan para demostrar que su afonía o estrés tienen su origen en el aula y, por tanto, no deben deducirles nada. “Reclamamos que en Muface exista también un registro de Panotrats que facilite los trámites”, sostiene Ferrero.
“Cuando se comunicó al profesorado la medida hubo inquietud y malestar, ¿quién no se pone malo al menos una vez al año o cada dos años tres días seguidos? Ahora, al saber que no se nos descuentan los cuatro primeros días del año, nos ha parecido bien. Es una medida para frenar posibles abusos”, piensa Ana Belén Ladrón de Guevara, directora del colegio Federico García Lorca de Alcorcón. Su asociación de padres recoge firmas para pedir que las bajas docentes se cubran con inmediatez: “Los niños no pueden estar 15 días sin avanzar en la materia”.
La OIT pide desde 2010 que se alargue el cuadro de sus dolencias de trabajo
El funcionamiento del hospital del instituto de Camas es sencillo. Los voluntarios se encargarán de desplazar a los compañeros enfermos hasta el instituto si este no puede llegar por sí mismo. Allí pasarán la jornada en cama mientras sus colegas atienden a sus alumnos. “Si manejamos la materia podremos seguir impartiéndola, si no, el profesor hará uso de las actividades que el enfermo haya programado”, explica Martín, quien resalta que esta colaboración “siempre” se realizará en las horas libres de cada docente. Aún nadie ha hecho uso del servicio. “Algunos se han recostado porque no se encontraban bien. Y directores de colegios de la zona se han acercado para conocer más sobre esta propuesta”, puntualiza el vicedirector, Carlos Herranz.
Una baja, se quejan muchos, relativa. Lo denuncia el sevillano Jesús Cejas, aquejado de un edema óseo en un pie, en una carta a EL PAÍS titulada 446,50 euros, la cantidad que le han restado. “Durante los 20 primeros días de mi baja no he dejado de trabajar para mi centro desde mi casa. He enviado mediante correo electrónico actividades para que mis alumnos de la ESO estuvieran atendidos por los profesores de guardia durante mi ausencia. Es más, preparé material adicional y exámenes para que mi sustituta lo tuviera todo listo en su incorporación”.
Con un sueldo medio de unos 1.800 euros, Martín señala que una baja de 20 días supone una reducción salarial de unos 700 euros. “Una gripe serían 200 euros”, apunta otro profesor. “Hay compañeros que tienen que pagar hipoteca, pasar la pensión, pagar una segunda vivienda porque no tienen su destino definitivo en su lugar de residencia… gastos que deben hacer frente y que les aboca a venir al centro estén como estén”, asegura Martín. El hospital de Camas continuará hasta que el Gobierno rectifique. “Esto no es un teatrito de hoy para mañana. Estamos concienciados”.
La defensora del pueblo, Soledad Becerril, ha denunciado otro frente. En su último informe lamenta el nuevo sistema de bajas de Castilla-La Mancha. Cuando se produce una, Hacienda tiene que dar una autorización para contratar al sustituto por cuatro meses. Y, si se le necesita más tiempo, hay que reiniciar el proceso. Algo “nada deseable para la atención de los alumnos”.

Internet lo sabe (casi) todo de usted

Internet lo sabe (casi) todo de usted: Las redes sociales arrastran a los internautas a dibujar sus perfiles a golpe de clic. Los expertos coinciden: la privacidad no existe en el ciberespacio y es clave gestionar la imagen y elegir qué enseñar


Cuánto se gasta en ropa, qué juegos prefiere, sus creencias religiosas, tendencia política, dónde pasó sus últimas vacaciones, su color favorito, o si es de tomar cerveza, vino o agua en las comidas. Muchos de estos detalles sobre usted están en Internet. Algunos los habrá publicado usted mismo, otros se pueden inferir de su actividad en la Red, qué páginas visita, qué aplicaciones se descarga en el móvil o simplemente de lo que otros dicen de su persona. La información está ahí y no hace falta ser malintencionado para encontrarla, aunque puede ser usada con malas intenciones.
Lo habitual, sin embargo, es que las empresas recaben y crucen datos personales para ofrecer publicidad muy individualizada en función de los gustos de cada uno, incrementando con ello sus posibilidades de venta. Así, la privacidad se ha convertido en la moneda con la que pagamos muchos de los servicios online aparentemente gratuitos. Otras veces, compartimos intimidades simplemente para satisfacer la necesidad humana de comunicarnos, según los sociólogos. Sea de manera intencionada o inconsciente, cada clic de ratón o palabra que escribimos en la blogosfera revela quiénes y cómo somos. Los expertos coinciden: la privacidad en Internet no existe, pero se puede gestionar cuánto enseñamos y qué imagen damos.
Las autoridades de protección de datos del Estado de Schleswig-Holstein (Alemania) prohibieron en agosto de 2011 el uso del botón Me gusta de Facebook porque entendían que violaba la privacidad de los usuarios. Sus sospechas de que esa información podía servir para crear perfiles con hábitos y preferencias de los internautas se han confirmado. Un grupo de investigadores del Centro de Psicometría de la Universidad de Cambridge ha desarrollado un modelo matemático que permite deducir con alto grado de acierto la etnia, la orientación sexual, las tendencias políticas y las creencias religiosas de cualquier persona a partir de los Me gusta que ha pinchado en la red social.
Las políticas de privacidad de los espacios cambian y no se entienden
Aquella no era la primera vez que Alemania decidía poner coto a la difusión y tratamiento de información personal en la Red. En 2010, el Gobierno de Angela Merkel aprobó una ley que impedía a los jefes husmear en los perfiles en redes de sus trabajadores en busca de datos personales. Tampoco las empresas de reclutamiento podían buscar las vergüenzas online de los candidatos. Los expertos en protección de datos señalan que, en la práctica, este tipo de medidas son muy difíciles de aplicar.
“El único modo de mantener nuestra privacidad online sería no usar Internet en absoluto. Aunque, como es obvio, eso ni es conveniente, ni posible en muchos casos”, opina Ángel Gutiérrez, coautor del libro Comercio electrónico y privacidad en Internet. “Ya no hace falta que revelemos directamente quiénes somos y lo que nos interesa. Los sitios web lo averiguan por lo que hacemos en Internet”, continúa el experto. ¿Para qué? Para ganar dinero. “El negocio es la publicidad”, indica Ricard Martínez, presidente de la Asociación Profesional Española de Privacidad (Apep). Estamos en la era de la publicidad a la carta. Ya lo habrá notado, ayer entró en algunas páginas de automóviles y hoy le persigue por la World Wide Web el anuncio del coche del año. Esta práctica puede ser molesta e invasiva para algunos y una ventaja para otros, porque evita recibir información comercial que no le interesa.
¿No recuerda haber dado permiso para que su actividad online sea rastreada? ¿Tampoco le suena haber autorizado a una aplicación móvil acceder a su libreta de contactos? Seguramente lo hiciera cuando aceptó los términos de uso de los servicios online que utiliza, ya sea un buscador como Google, redes sociales como Facebook o Twitter, o la mensajería instantánea de WhatsApp. Un 42% de internautas no lee la política de protección de datos, según el Eurobarómetro sobre conductas de los internautas en materia de privacidad, de junio de 2011.
El principal negocio de esa información es la publicidad
“La gente no lee ni configura la privacidad de los espacios online en los que se desenvuelve”, denuncia Martínez. “Lo ponen muy complicado. No solo es que pongan condiciones que no se entienden, sino que además las cambian continuamente. Nos hacen creer que podemos controlar la privacidad, pero no es verdad”, añade Jorge Flores, responsable de PantallasAmigas, web que promueve el uso responsable de las nuevas tecnologías.
Así, el 42,5% de los internautas que utilizan redes sociales en España ha encontrado difícil gestionar la privacidad de su perfil. Un 7,2% reconoce que ha sido imposible hacerlo, según el estudio publicado en diciembre de 2012 sobre la percepción de los usuarios acerca de su privacidad en Internet elaborado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco).
Más o menos conscientes de los pormenores del contrato, el resultado es que “pagamos los servicios” con datos personales, dice el presidente de la Apep y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia. Normalmente, esta transacción se produce en términos “acordes a la legalidad”, añade. Aunque no siempre es así. “La ley dice que un sitio web solo puede pedirle a un usuario las informaciones necesarias para poder ofrecerle sus productos. Pero en la mayoría de los casos solicitan informaciones adicionales”, explica Gutiérrez. Javier de Rivera, sociólogo especializado en redes sociales, cree además que los usuarios se sienten abocados a aceptar las condiciones. “Para tener contacto con nuestros amigos y estar socialmente integrado tenemos que renunciar a esa privacidad”, concluye.

Cómo proteger su privacidad ‘online’

- Lea las políticas de uso y privacidad de los diferentes servicios antes de utilizarlos.
- Regístrese solo en aquellos sitios web en los que tenga confianza. Asegúrese de que el sitio web dispone de una política de privacidad donde conste la identidad y dirección del responsable y la finalidad con la que se recaban todos los datos.
- Reflexione antes de publicar datos personales en Internet; una vez lo haga es muy probable que queden fuera de su control.
- Configure las opciones de privacidad de su perfil de manera adecuada. Valore qué información desea revelar y controle quién puede acceder a ella.
-Respete a los demás. No publique datos de terceras personas sin su consentimiento.
- Controle su lista de contactos y, antes de agregar a alguien, asegúrese de su confianza.
- Utilice contraseñas robustas y seguras para que no le suplanten.
- Instale una herramienta antivirus.
- Evite publicar su ubicación física en todo momento.
- Borre periódicamente los archivos temporales y las cookies de su ordenador con objeto de evitar que se pueda realizar un rastreo de su navegación.
- Sea consciente de su reputación online. Valore la relevancia que puede tener ahora y en un futuro la información que publica, ya que le acompañará toda su vida.
Cualquier detalle es, en última instancia, importante y valioso porque permite a las empresas elaborar ofertas a medida. Y no solo en el ámbito comercial. Lo mismo se puede personalizar un anuncio directo al consumidor potencial, que un programa electoral al gusto del elector dudoso. De Rivera recuerda en uno de sus ensayos que en la última campaña electoral en EE UU, el equipo de Obama utilizó las redes sociales, sobre todo Facebook, para identificar a los votantes indecisos, conocer sus inquietudes y así encontrar “el mejor modo de convencerles”. La victoria del reelegido presidente fue, en realidad,el triunfo del data mining (minería de datos), según reflejó la prensa mundial.
Internet es, en efecto, una mina de datos. Una ventana desde la que accedemos al mundo, y por la que el mundo puede entrar en nuestra casa —con o sin invitación— y arramplar con el joyero. “Si ya hubiera existido en la época de George Orwell, no me extrañaría que hubiera incluido Internet en su 1984, como parte del aparato de vigilancia y manipulación del totalitario partido”, apostilla Gutiérrez, experto en seguridad del sitio About.com. Esa ficción no estaría lejos de la realidad. “La información privada es utilizada en Estados totalitarios para identificar disidentes”, alerta Ricard Martínez. Por eso opina que los legisladores “deben proteger la privacidad de los ciudadanos en Internet. Es fundamental para la libertad. Para que no nos manipulen, si tengamos la sensación de que nos están fiscalizando”.
El protagonista del cortometraje Remove lo tiene claro. Para evitar el control y la vigilancia, de empresas o de Gobiernos, rompe con la tecnología. Tira su móvil en un buzón de correos y desenchufa su ordenador. El resultado: desaparece del mapa. “La actitud del personaje es radical pero plantea una cuestión que siempre me ha preocupado como usuario: ¿hasta dónde habría que llegar en el supuesto de querer desconectar, de preservar la privacidad?”, pregunta el guionista y codirector Joan Llabata.
Los riesgos son múltiples, pero se pueden minimizar. “No creo que tengamos que borrarnos de Internet, aunque hay gente que lo hace cuando cambian las condiciones de privacidad”, afirma Eva Sanagustín, autora de Visibilidad. Cómo gestionar la reputación online. “La gente está tomando conciencia de la relevancia de su identidad en la Red, pero todavía no sabe cómo gestionar su privacidad”, opina la escritora. “Hay personas que suben fotos de sus hijos, de menores, o indican constantemente dónde están. Si supieran lo que se hace con esa información no la darían”, señala.
Un estudio de Microsoft, publicado en 2012 con datos de usuarios de EE UU, Canadá, Irlanda, Alemania y España, confirma que los internautas “podrían estar subestimando” el poder (positivo o negativo) de sus acciones online sobre su propia imagen. Por ejemplo, solo un 4% de los adultos encuestados considera que sus opiniones en Twitter son importantes en la formación de su identidad digital. La información que más influye es, de hecho, la que nosotros mismos compartimos deliberadamente, como fotos y comentarios publicados en una red social, subraya el informe. En este sentido, menos de la mitad de los entrevistados (44%) reconoció que pensaba detenidamente las consecuencias de sus actividades en Internet. Aun así, un 67% creía tener el control de sus perfiles en la Red.
Un experimento de la institución belga Safeinternetbanking.be —que promueve la banca online segura—reveló que muchos internautas desconocen, pese a su sensación de control, qué información han compartido en Internet. “El mes pasado te gastaste 300 euros en ropa”. “¿Sabes el número de tu cuenta bancaria? Yo sí. Es el…”. El mentalista Dave adivina estos y otros datos de sus interlocutores, que se muestran atónitos. “Poca gente sabe eso”, responde una joven. A cada acierto, mayor es la sorpresa. El ritual adivinatorio, grabado con cámara oculta y que ahora se puede ver en YouTube, termina con la revelación del truco de Dave. Toda esa información estaba en los perfiles de las redes sociales de las víctimas. La moraleja: un desalmado podría haber limpiado la cuenta bancaria de cualquiera de ellos.
Las alertas sobre las prácticas de riesgo en Internet saltan cuando los afectados por las posibles consecuencias son menores.
“Los adolescentes y jóvenes no tienen consciencia de hasta qué punto revelan cosas sobre sí mismos ni de las consecuencias que eso puede tener”, subraya Ángel Gutiérrez, experto en privacidad. Y, según Martínez, nada impide que se registren en redes sociales aunque tengan menos de 14 años, edad mínima que exige la ley. “No existe un identificador válido para saber que un menor es menor. Es un problema que la industria se tiene que comprometer a resolver”, incide. Esta carencia de control de la edad de los usuarios supone problemas también en términos de publicidad, dice el presidente de la Apep. “Le pueden llegar anuncios a un niño que en el horario infantil estarían prohibidos en la televisión”, explica.
A falta de ese identificador virtual de menores, la educación se alza como la herramienta más potente para que los jóvenes (y los mayores) sepan qué información pueden compartir y dónde es más seguro hacerlo. En este sentido, proliferan las guías, cursos y programas para que los niños 3.0 y sus padres analógicos, tengas las pautas para un uso seguro de Internet. Así, los riesgos asociados a la Red y a las nuevas tecnologías están entre los temas —junto con la violencia de género o las bandas juveniles— que la Policía Nacional imparte en los colegios en el marco del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar.
La falta de prudencia no es, sin embargo, exclusiva de los más jóvenes. En España, un 22% de los internautas adultos confiesa haber difundido por error datos privados —información personal, fotos familiares y el número de teléfono móvil (en ese orden)— , según el estudio de Microsoft. Un porcentaje muy similar al de filtraciones no intencionadas que reconocen los chavales entre 8 y 17 años (24%).
Los expertos apuntan que los internautas controlarán cada vez más su actividad online. Pero la identidad y la reputación online no solo depende de lo que difundimos, sino también de lo que otros dicen de nosotros. Del mismo modo que contribuimos a crear la reputación de los demás con nuestras opiniones. En este sentido, el responsable de PantallasAmigas, Jorge Flores, reclama que los proveedores sean más transparentes y protejan la privacidad de sus usuarios. “No es admisible que Facebook siga admitiendo las etiquetas en las fotos”, se queja. “Puedes hacer daño a otros, incluso sin pretenderlo, mostrando imágenes en una situación comprometida para ellos y que deseaban mantener en privado. Muchas veces lo que se sepa de uno depende de las configuraciones de otros”, lamenta.
Flores y el sociólogo de Rivera coinciden en señalar que las redes sociales están diseñadas para que compartas cuanta más información, mejor. Las describen como una suerte de laberintos de me gusta, invita a tal o cuál amigo, comenta una publicación o di lo que estás pensando, retuitea, marca una opinión como favorita o comparte este u otro artículo de la prensa. ¿Has viajado? Pues no te olvides de geolocalizarte y subir una foto. “Cuanto más tiempo pases y más te relaciones, más dices de ti y más publicidad pueden mostrarte”, apunta el responsable de PantallasAmigas.
Las redes tienen también sus ventajas. Así lo cree Eva Sanagustín. La escritora ve en ellas “oportunidades para conocer gente, para encontrar trabajo, para relacionarse”. La experta en reputación online cree, sin embargo, que es necesario cuidar la imagen que se da en ellas. El perfil digital se ha convertido en la nueva tarjeta de presentación. Una primera impresión 2.0. ¿Quién no se ha buscado a sí mismo, a su jefe o hermano en Internet?

domingo, 17 de marzo de 2013

La formación de los maestros en España, asignatura pendiente

La formación de los maestros en España, asignatura pendiente: El ‘patinazo’ de un grupo de opositores a maestro saca a la luz las carencias en la formación primaria y la selección de los candidatos en España


“Hay una especie de foco de sospecha sobre los profesores. Pero dígame, ¿cuántos de nuestros políticos, médicos o abogados pasarían una prueba de cultura general si se les hiciera hoy mismo?”. Juan Manuel Escudero, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia, reflexiona un segundo y pone el dedo en la llaga. La reciente publicación de unos resultados parciales de las oposiciones a maestro que Madrid hizo en 2011, deja a los pies de los caballos a parte del colectivo.
El 86% de los examinados suspendió una prueba que incluía preguntas sobre los conocimientos que debe tener un alumno de sexto de primaria, con 12 años. Muchos de ellos, según la información facilitada por la Consejería de Educación madrileña, no supieron responder qué tipo de animal es una serpiente, cuál es la longitud de una circunferencia con un centímetro de radio, cuál es el significado de escrúpulo... Desde los sindicatos les acusan de intentar “hacer escarnio público” con los docentes al dar solo datos parciales de la prueba. La actuación de Madrid, inmersa en un cambio de los criterios para baremar a sus interinos, reabre un debate antiguo.
¿Reciben nuestros profesores la mejor preparación? ¿Se elige bien y a los mejores? ¿Reciben el respaldo necesario de las Administraciones? España tiene una asignatura pendiente en la formación de sus docentes igual que con otro tipo de profesionales, esos a los que alude el profesor Escudero, seguro de que previsiblemente no pasarían un examen de primaria. Distintos expertos también alertan de que, durante años, la entrada a las facultades de Magisterio era más una cuestión de supervivencia que de vocación (a la búsqueda de un puesto fijo tras tres años de carrera), los procesos de selección posteriores varían entre comunidades y casi de un año a otro y, además, el colectivo no goza del reconocimiento social y económico que merece.
“El nivel educativo de cualquier país depende de su capacidad para formar y motivar adecuadamente a sus profesores”, dice una de las máximas del informe de la consultora estadounidense McKinsey and Company, que analiza las cuestiones comunes entre los sistemas mejor parados en el informe PISA.
España tiene una asignatura pendiente en la formación de sus docentes 
El catedrático Juan Manuel Escudero cree que el primer gran problema para evaluar con profundidad la calidad de la docencia es que no hay datos suficientes en España. “No existen informes fiables, uno de los agujeros negros en nuestro sistema educativo es que no conocemos qué pasa por dentro”, señala el experto en Didáctica. “No hay datos ni evidencias contrastadas, seguramente tanto por desidia de la Administración como de los propios investigadores”, añade entonando el mea culpa.
La preparación de los maestros comienza en las facultades, pero la de los ciudadanos arranca mucho antes. “Es fácil echar la culpa al último, pero arrastramos déficits previos. Esto no se arregla con muchos exámenes porque estamos en un momento en el que, en general, ni se lee ni se escribe”, reflexiona Rosalía Aranda, decana de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Uno de los temas en discusión sobre la formación de docentes es la necesidad de buscar a los mejores haciendo que entren en las facultades solo aquellos con expedientes brillantes y notas muy altas. “Antiguamente quizá había alumnos que acababan en Magisterio porque no tenían nota para otra cosa, pero eso ya no es así”, indica la decana. Durante los dos últimos cursos, la nota de corte en su facultad ha rondado un siete. “Ahora vienen los que de verdad quieren”. Otra cuestión es que, aunque tengan buenos expedientes lleguen bien preparados. “Hay alumnos, aunque no se puede generalizar, que vienen sin conocimientos básicos que tendrían que haber adquirido en primaria y secundaria. Es un lastre que traen y que aquí no se trata, porque en una facultad en lo que hay que profundizar es en didáctica”.
En el examen de Madrid, según la información facilitada por la Consejería regional, hubo también graves faltas de ortografía (ánbito, adsequible, Nabarra...) que, según la decana de la Autónoma, se ven a diario en las aulas. “La cadena se tendría que romper aquí: que no les permitiéramos aprobar sin una falta de ortografía, pero eso lo regula cada profesor”, añade. No cree que se arregle con pruebas sino con un cambio de costumbres: “Nuestros alumnos no leen, nuestros ciudadanos no leen”.
“La formación de los docentes es francamente mejorable”, admiteFrancesc Imbernón, catedrático de Pedagogía de la Universidad de Barcelona. Critica en primer lugar que los planes de estudio difieran de forma considerable de una facultad a otra y también que se dé “una formación muy teórica y muy general” en lugar de primar la práctica.
La preparación de los maestros comienza en las facultades, pero la de los ciudadanos arranca mucho antes
Imbernón reclama una “especie de MIR del profesorado” posterior a las oposiciones para que los docentes culminen mejor su formación. También pide un reconocimiento social y económico para los profesores, aunque al más de medio millón de docentes de las aulas públicas españoles (entre maestros y profesores de secundaria) les ha ocurrido justo lo contrario en los últimos años: cada vez trabajan más horas, con más alumnos en las aulas y cobrando menos sueldo. El catedrático de Pedagogía solicita por último una mejora en la selección de los candidatos. Lo recomienda también el informe McKinsey en su edición de 2010: para mejorar en sistema hay que asegurar que la docencia se equipare con otras profesiones como la medicina, en la que participen profesionales altamente especializados. “Pero la formación inicial que adquieran en las facultades nunca será completa”, añade Imbernón.
“El examen que ha sacado a la luz Madrid no tiene nada que ver con ser pedagogo. A mí no me tendrían que preguntar los ríos de España, es mucho más importante que evalúen mi capacidad para enseñárselos a un niño ciego”. El argumento es de Nieves Díaz, de 33 años, maestra interina de educación especial en Madrid. Se presentó a las oposiciones de Madrid de 2011. No obtuvo plaza. La oferta era de 489 vacantes para 14.110 aspirantes, con 23 en su especialidad, Pedagogía Terapeútica. Pero recuerda que sí aprobó el polémico examen sobre el currículo de primaria. Ver los resultados en la prensa le ha indignado: “Me parece demagógico y descarado que faciliten esos datos”. El agujero, señala, está en otro lado. Para aprender el lenguaje de signos que necesitaba manejar en sus clases, pagó de su bolsillo tres cursos de 500 euros cada uno, porque el currículo reglado no lo incluía. “Mi formación me la he trabajado yo y, como la mayoría de mis compañeros, la pago de mi bolsillo”, denuncia.
Imbernón reclama una “especie de MIR del profesorado” posterior a las oposiciones
La docente, integrante de una plataforma de defensa de los interinos, respalda que se mejore la preparación de su colectivo “antes de empezar a trabajar y cuando ya se está en las aulas”. El dinero público para la formación continua de los maestros y profesores es otra de las partidas que ha sufrido un recorte considerable durante la crisis. El Ministerio de Educación dio un tajo de 2.000 millones en 2010 en sueldos, las actividades extraescolares, las becas y formación. Madrid, avanzadilla en las cuestiones educativas más polémicas, desmanteló ya en 2008, dos años antes, la red de formación del profesorado. Solo dejó cinco de los 28 existentes.
La mayoría de los cambios en un colectivo tan sensible para el futuro de un país como el de los docentes se hace más a golpe de decisiones políticas, sin abrir un debate sosegado y amplio en el que participe el mayor número de implicados posible. Los futuros maestros y profesores llevan más de un año castigados con los vaivenes de unas oposiciones menguantes. Casi todas las comunidades, por imposición nacional, rebajaron la oferta a cantidades 10 veces inferiores y, en casos como el de Madrid, las últimas de 2011 fueron anunciadas y desconvocadas en varias ocasiones.
Donde también hay vaivenes es en los criterios que deben primar a la hora de seleccionar a esos docentes y de ordenarlos en las listas de interinos. En principio, prima la antigüedad y la experiencia sobre la nota, aunque cada región va por libre. Andalucía intentó darle un vuelco a ese criterio en 2010. Llegó a aprobar una normativa, el decreto 302, que echaron atrás los tribunales y las movilizaciones de los sindicatos y los interinos. La Consejería de Educación de Madrid presentó ayer en el Consejo de Gobierno un acuerdo en el que dinamitan los años de experiencia para dar más peso a la nota pura y dura. La Comunidad de Madrid desdeña la antigüedad, con un aumento del peso de la nota hasta un 80% (alrededor del triple que ahora) y restando casi a la mitad el peso de la experiencia docente (14%). Además es necesario aprobar el examen para entrar en la lista de interinos. Los sindicatos han plantado cara durante más de un año porque consideran que los años de dedicación deben pesar. La consejera Lucía Figar pidió ayer además en una comparecencia pública al Ministerio de Educación que revise los planes de estudio y los temarios de las oposiciones a maestro porque existen “lagunas tremendas” en su formación. Desde el Ministerio guardan silencio. El asunto será abordado en un próximo asalto, señala un portavoz. Cuando terminen la tramitación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (la LOMCE, comúnmente conocida como Ley Wert), se pondrán manos a la obra con el estatuto docente. Y en ese documento de líneas rojas para el profesorado tratarán, entre otros asuntos, la formación y selección de los profesores aunque no ha trascendido mucho más.
¿Cuándo y por dónde empezamos el cambio? El informe McKinsey señala que la mayoría de los países se pusieron en marcha por dos de estos tres factores: una crisis económica o política, malos resultados del sistema en algún informe nacional e internacional o una iniciativa política fuerte de un alto responsable político. España cumple ya los dos primeros criterios.